Presentamos la II Edición del estudio “Empleabilidad y Talento Digital”
Elaborado por la Fundación VASS en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, ha contado con la colaboración de 67 expertos del ámbito empresarial, pertenecientes a 50 compañías e instituciones de primer nivel; con el apoyo de 19 universidades españolas y con la participación de 976 estudiantes universitarios, de últimos cursos de ingenierías vinculadas a la informática.
En el estudio, al que podrás acceder desde esta web, se constata la incapacidad del sistema educativo reglado para cubrir la demanda de perfiles técnicos que necesitan las empresas para dar cobertura a sus procesos de transformación digital: poco más de 25.000 egresados universitarios y ciclos de FP frente a un colectivo de empleadores que podría llegar a los 160.000. Que 6,5 compañías estén compitiendo por cada nuevo profesional titulado revela un importante déficit cuantitativo. Se agrava la carencia de profesionales.
Pero también hay desajustes en el ámbito cualitativo, que medimos a través de nuestro Indice de Talento Digital. Si el nivel de Talento que buscan las empresas para estos perfiles técnicos tomara un nivel 100, los jóvenes universitarios que el último año entraron en procesos de selección aportarían un equivalente a 55,9 puntos. Por tanto, existe una brecha de talento cuantificable en 44,1 puntos sobre 100: un registro que empeora respecto a la edición anterior (40,3) y ensancha la diferencia entre lo que el mercado precisa y el equipamiento competencial que aportan los jóvenes egresados.
Esta perspectiva es compartida por jóvenes y expertos. El Indice de Asimetría Profesional, que mide la diferencia de percepción de unos y otros, se estrecha respecto al valor de 2018, desde el 31,2% al 23,1%. Lo cual allana la adaptación de nuestros jóvenes a sus puestos de trabajo.
Este gap de talento, que sólo en el ámbito de los servicios digitales exige un sobrecoste de formación de más de 40 millones de euros al año, delata también la perdida de oportunidades de empleo (que podría incrementarse un 15% anualmente) y evapora una actividad adicional que podría generar más de 360 millones de euros al año.